Revisión por pares y factor de impacto
Revisión
por pares y factor de impacto
¿Existe
(o existirá alguna vez) un método infalible para medir la calidad de un
artículo científico? Teniendo en cuenta los apuntes revisados sobre la
metodología de revisión por pares y de los indicadores de calidad, la respuesta
parece ser negativa. Hay múltiples factores que determinan el juicio “crítico”
que otros colegas y que la comunidad científica en general realizan sobre un paper;
dichos factores no necesariamente conciernen a la calidad intrínseca del
artículo en cuestión, por lo que es conveniente detenerse a repasarlos.
En
primer lugar, cabe destacar que de por sí el uso de la palabra “calidad” es
problemático: ¿cómo se puede, a final de cuentas, determinar que un artículo
posee méritos científicos suficientes para ser publicado en una revista? ¿Qué
parámetros utilizan quienes ejercen de árbitros para discriminar lo que posee
calidad de lo que no lo posee? ¿Dichos parámetros responden a aspectos
objetivos que pueden observarse en el desarrollo del artículo o a ciertas ideas
preconcebidas que los evaluadores no pueden soslayar?
Parece
claro que hay una serie de condicionantes que inciden en lo que, en un campo
disciplinar y en un momento dados, es considerado “de calidad” o “relevante”.
Por ejemplo, existen tendencias de investigación (ciertos temas, ciertas líneas
teóricas) en un área concreta que acaparan un lugar protagónico en el panorama científico. Cualquier artículo que participe de dichas tendencias tendrá de
antemano un visto bueno que lo posicionará en una situación favorable al ser
revisado. De manera que aquí hay un factor condicionante del arbitrio que no es
otro que la moda de turno.
Por
todo esto, es conflictivo también referirse a la “relevancia” de un trabajo
científico o de una revista de investigación. Se dará por sentado que un
artículo publicado en una revista situada en los primeros cuartiles tendrá más
calidad y será más relevante que un texto presentado en una revista de menor
repercusión. El problema radica no sólo en el hecho de que esto no tiene por
qué ser así, sino también en el factor temporal: no se puede saber a ciencia
cierta qué influencia tendrá un artículo con el paso distante de los años, como
han demostrado Amin y Mabe (2003, pp. 349-350).
La
fluctuación del impacto de los artículos a través del tiempo es un fenómeno que pone en evidencia la pretendida "solidez" de los criterios empleados para evaluar,
ya que otro de los aspectos observados suele ser que las fuentes y las
referencias bibliográficas estén “actualizadas”. No escatima la aparición de
artículos que aportan muy poco (o nada) a lo ya dicho por autores referentes de
una disciplina; sin embargo, para algunos evaluadores citar estos artículos
dará cuenta de un supuesto saber “al día” de lo que está sucediendo en el
campo.
Para
concluir, si bien es innegable que la revisión por pares y los indicadores de
impacto supusieron un avance para la ciencia y que constituyen instancias
imprescindibles para filtrar la producción de conocimiento de calidad,
considero que acaso sea momento de revisar los criterios utilizados durante la
evaluación. Mientras dure este proceso (que no es para nada sencillo), optar
por otras vías de comunicación y de difusión de conocimiento cada vez más
atendidas y legitimadas (páginas web, blogs, videos informativos, etc.), o
frecuentar ambos espacios, me parecen medidas saludables.
Se trata de una reflexión pertinente, bien articulada y actual.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que propones... salvo que no podemos dejar el mundo de la publicación "oficial" por que es el elemento fundamental de valoración profesional en la actividad científica. Así que aunque esté viciado y resulte problemático, hay que aguantar de algún modo...
ResponderEliminarMe ha parecido interesante el punto de vista crítico que aportas y, aunque creo que es necesario reformar el sistema actual, coincido con Joaquín en que la solución no es abandonar las pnataformas de las que disponemos actualmente, aunque ello implique jugar con reglas que consideremos injustas.
ResponderEliminarTambién creo que el ritmo del sistema en el que estamos inmersos lleva a que se hagan cambios en las formas de evaluar, ya sean las publicaciones o los currículos, a la misma velocidad, lo que no deja espacio para la reflexión.